Un año más recibimos a los voluntarios que nos ayudan a reforestar la dehesa.

Estoy gradecido porque un año más hemos llevado a cabo una plantada de árboles en la dehesa, donde habitan no sólo nuestros cerdos, sino multitud de especies en libertad, tanto animales como vegetales. Un espacio que cada vez más se siente amenazado por un problema de desertificación ante la aparente impasibilidad del tiempo. Queremos agradecer a la Dehesa por tantos años de abundancia con los que ha recompensado nuestro trabajo, y para eso, tratamos al menos que la huella de la desertificación sea lo más liviana posible. Es por eso que hace algunos años abrimos la puertas de nuestro campo a voluntarios que vienen a apoyar nuestro proyecto, a cuidar nuestra dehesa, a colaborar para que nuestro producto continue siendo de la mejor calidad del mercado ecológico.

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